Descripción o resumen: Gravedad, mortalidad, epidemiología, diagnóstico, alternativas terapéuticas. Todo ello son concepto frecuentemente barajados al enfrentarse a un paciente infectado. Ahora bien, si esta infección es de origen hospitalario, la repercusión de todos ellos asciende un escalón en su trascendencia y, si se produce en enfermos críticos, el ascenso ya deja de ser aritmético para convertirse en geométrico. ¿Por qué esto es así? Se podrían argüir distintas causas: tratamientos empíricos inapropiados, gérmenes con perfil de sensibilidades distinto del habitual, acentuación de la gravedad de base de los pacientes y muchas cosas más. En este difícil contexto, cuanto más claras se tengan las cosas mayores posibilidades de éxito. Y este éxito se traduce en menores estancias, menor tiempo de soporte artificial, menores tasas de mortalidad y menor coste por paciente.